viernes, 5 de octubre de 2012

Días de luna.

Standard

Luna, impía reminiscente de emociones, hoy me atraes a ti con un libido carente de adjetivos; que brilla por mi mente entre blanquecina juventud y se opaca sin fines de gloria.

Pero aun así, no pierdes tu atractivo, aquel que enamoro de mil maneras a otros cientos de poetas, aquel que nunca gasto su nombre en vano por los ciclos de la historia, aquel que nunca te entendió.

Quizás fueron muchas las tormentas, pero tan pocas para ahogarme…

O tal vez fueron las inocuas lágrimas de un soñador, atontado, que veló por la realidad en aquellos haces de luz precipitados al vacío; aquellos que con afán de humildes, tentaron a la soledad profanando su coraje.

Quizás fueron muchas las nubes, pero tan pocas para olvidarte…

¿Quién sabe?, si solo tus días podrían soslayar mi alma y tus noches perfeccionar mis sentidos.
¿Quién sabe?, si solo tus estrellas guiaran a la belleza, y tus colores tentaran la grandeza.
¿Quién sabe?, si solo tu presente será mi espejismo y mi futuro aquel reflejo de tu pasado.

Quizás, fueron muchos mis principios, pero tan pocos tus finales…

Porque donde hay nudos tu leyenda se entreteje. Muy hábil, como una frase rubricada en la memoria, aquella que el desasosiego inspiró. No solo para sí, ni tampoco para nadie; no solo para él, ni siquiera para ella.

...Quizás, para ninguno.

0 comentarios:

Publicar un comentario