sábado, 8 de diciembre de 2012

Utópica esperanza

Standard

Dichosos aquellos que pueden elegir en este mundo de obligaciones.

Porque crecí en un pueblo vago, sumido en la ignorancia y el desamor, donde pensar es sinónimo de estupidez y ayudar es lo mismo a ser infiel; donde el día es infierno y la noche un paraíso decadente; donde la tarde es anarquía y la navidad profana; donde la piel quiere xenofilia y el sexo es un andrógino desalmado.


¿Primer mundo? No lo creo.

Porque creí en las instituciones, en el pueblo liberal y en la nación independiente. Y que el poder, ese que nos maneja a todos, fuese una forma crecimiento universal que cada ser en este planeta necesita. ¡Idiota! Mirá África y Latinoamérica, ese vertedero que todo ´´primer mundo´´ basurea. Observá y entendé.


Paisaje y naturaleza, otra utopía de la humanidad.

Porque cambio no es cambio, si no utilizas papel.
Porque vida no es vida, si no preparas tu muerte.
Porque trabajo no es trabajo, si no te explotan.
Porque sueño no es sueño, si no tenés presupuesto.

Porque fiesta no es fiesta, si no debilitas tus sentidos.
Porque hombre no es hombre, y mujer no es mujer, sin probar la manzana.
Porque sabor no es sabor, si es algo natural.
Porque amor no es amor, si no tiene dolor.

Porque salud no es salud, sin medicamentos.
Porque libertad no es libertad, sin armas de fuego.
Porque querer no es querer, sin regalos caros.
Porque revolución no es revolución, sin entidades políticas.



Porque vida no es vida, sin la deuda que me dejaron…


0 comentarios:

Publicar un comentario